Historia

Historia: De pionero a asesor


Un homenaje al abuelo B.H. de Raat: el pionero del Flevopolder


Una mirada retrospectiva a su trayectoria vital y espíritu pionero


A la sombra de Róterdam, en el idílico pueblo de Zevenhuizen, en la Knibbelweg, nació el abuelo B.H. de Raat.
Sus primeros años estuvieron impregnados de los sencillos placeres de la vida rural, pero la vida tenía grandes planes para este joven.
Tras su juventud, se trasladó al pintoresco Hernen, donde formó su joven familia y tuvo dos hijos.

El desarrollo de Hernen


Hernen fue un pueblo que se desarrolló alrededor del castillo de Hernen, uno de los castillos más antiguos y mejor conservados del país.
Este castillo desempeñó un papel central en la protección y administración de la región. La comunidad creció gradualmente y se convirtió en un centro agrícola, donde familias como la de B.H. de Raat echaron raíces y contribuyeron a la economía local. Fueron años de arduo trabajo y sueños para B.H. de Raat, un hombre que nunca rehuyó un desafío. Su espíritu empresarial lo llevó al Flevopolder, una zona aún en sus inicios, donde la aventura y la incertidumbre iban de la mano.
En aquella época, Lelystad era aún un sueño lejano, y el único acceso a la zona era a través del dique entre Harderwijk y Lelystad Norte.
El sur de Flevolanda aún debía ser desecado, y el horizonte ofrecía apenas un atisbo de lo que estaba por venir.


El desarrollo de Biddinghuizen y el Flevopolder


En los años 60, cuando el sur de Flevolanda aún no había sido desecado, el Flevopolder se desarrolló como una obra maestra de la ingeniería hidráulica neerlandesa. Biddinghuizen fue fundado como uno de los nuevos pueblos del pólder. Fue una época de pioneros e innovación, en la que se construyeron nuevas comunidades desde cero. El abuelo B.H. de Raat fue uno de estos pioneros, que aceptó el desafío de iniciar una empresa agrícola en este nuevo entorno. B.H. de Raat dio el salto y comenzó una empresa agrícola, decidido a dejar su huella en este nuevo mundo. Los desafíos eran numerosos, desde la falta de infraestructura hasta emprender sin electricidad.Pero el abuelo B.H. de Raat era un verdadero pionero. Encontró soluciones creativas para los problemas que enfrentaba y nunca se desanimó por los obstáculos en su camino. Su empresa creció de manera constante y se convirtió en un pilar de la comunidad.
No solo fue un empresario, sino también un visionario que veía oportunidades donde otros solo veían dificultades. Su espíritu pionero influyó en muchos y sentó las bases para las generaciones futuras. Hoy en día, su nieto, HPB de Raat, continúa este espíritu pionero en una época de transición energética.
Con la misma determinación e innovación que caracterizaban a su abuelo, HPB de Raat busca soluciones sostenibles en un mundo cambiante. Lo hace a través de DRACBV, con la que continúa el pensamiento de su abuelo y contribuye a un futuro sostenible. El abuelo B.H. de Raat fue un hombre sencillo y trabajador, pero su legado es más rico que el de muchos principados. Su historia de vida es un recordatorio del poder de la perseverancia, la innovación y el coraje para explorar nuevos horizontes. Hoy en día, al mirar atrás en su viaje desde Zevenhuizen hasta el Flevopolder, nos inspiramos en su incansable espíritu y su inquebrantable fe en el potencial del futuro. Abuelo, tu historia vive en los campos y granjas del Flevopolder y en los corazones de quienes continúan tu legado.
Honramos tu memoria y te agradecemos por las lecciones de coraje y determinación que nos has dejado.